Seguro te ha pasado que durante el rush de la mañana, una de las actividades que sueles olvidar es tender tu cama, ya sea porque no tienes tiempo, nadie se dará cuenta o le dará importancia o tu gato está acurrucado en las sábanas y no quieres molestarlo.
La verdad es que esta simple acción te brinda varios beneficios que ni te imaginas. Las personas que hacen sus camas a diario o casi todos los días son más propensas a decir que duermen bien que quienes lo hacen con menos frecuencia o no lo hacen (44% contra 37%), de acuerdo con una encuesta de la National Sleep Foundation. Además de dormir mejor, otros beneficios son:
Empieza el día con el pie derecho
Hacer la cama es ese pequeño logro que marca la pauta para todo el día. En un discurso de apertura en la Universidad de Texas en Austin, el Almirante Naval William McRaven dijo que “si haces tu cama cada mañana habrás cumplido la primera tarea del día. Te dará un pequeño sentimiento de orgullo y te animará a hacer otra tarea y otra y otra. Hacer la cama reforzará el hecho de que las pequeñas cosas en la vida importan”.
Te anima a tener el resto de tu habitación ordenada
El más organizado y hermoso dormitorio parece menos ordenado con una cama destendida, y si la cama está hecha, la habitación se ve mejor, aunque no sea perfecta. Hacer tu cama te inspirará a mejorar el aspecto de tu cuarto y a mantenerlo ordenado.
Mejora tu productividad
Hacer la cama a diario es un hábito clave, ya que inicia una cadena de otras buenas decisiones a lo largo del día, y te da una sensación de estar a cargo, lo que conduce a una mayor sensación de bienestar y capacidad para ajustarse a un presupuesto, por ejemplo.
Mejora tu estado de ánimo
Un tercio de tu vida la pasas en tu habitación y su aspecto tiene un efecto en tu estado de ánimo. Es difícil sentirse relajado cuando estás rodeado de desorganización. Una cama bien hecha provoca que toda la habitación parezca en orden, creando una sutil vibración de tranquilidad y competencia.
Pocas cosas se comparan con el placer de acostarse en una cama hecha, con una almohada ligeramente rellena después de un largo y cansado día de trabajo, así que tómate un par de minutos todos los días para hacer tu cama (aunque debas mover a tu michi) y mejora tu calidad de vida ¡ya!