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¿Cómo incorporar el descanso consciente en tu vida diaria?

Hay veces en las que uno siente que no para de trabajar y que el tiempo simplemente no nos alcanza. Lo peor es que a pesar de estar exhaustos, es común que al tratar de dormir demos vueltas y vueltas en la cama porque nuestra cabeza no para de pensar. Y no dormir bien hace que todo sea más difícil.

Para contrarrestar esta situación, es importante que consideres la transición entre el trabajo y el descanso. Por ejemplo, al terminar tus tareas, procura alejarte de las pantallas. Puedes salir a dar un paseo (¡que no se te olvide tu cubrebocas!), leer o simplemente relajarte con una taza de té. 

Otra opción es incluir el descanso consciente en tu rutina. Si como yo, no habías oído hablar de él, te explicamos de qué va.

El descanso consciente  se refiere a parar totalmente lo que estés haciendo en ese momento y concentrarte en tu respiración, en cómo se llenan tus pulmones de aire y cómo sale poco después. Es hacer una pausa para centrarte en ti, bajar la velocidad y recuperar la calma.

No hay una regla en la cantidad de descansos que debes tomar al día, pero al menos tres son recomendables, especialmente cuando te enfrentas a:

  • Una actividad compleja que demanda mucho de tu tiempo y esfuerzo. Después de una hora y media de arduo trabajo, es recomendable tomar un descanso consciente. 
  • Estar sentado por varias horas. Antes de parar, deja la silla por un rato y estírate. Si estás en el mood, pon una canción que te guste y cántala o baila con ella. 
  • Cansancio excesivo, especialmente después de comer. Puedes sustituir la siesta por un descanso consciente. Te lleva menos tiempo y te hace sentir genial.
  • Al término del día, antes de irte a dormir tómate un break. Irte a la cama exhausto impide que tengas un buen descanso. 

También puedes incorporar el descanso consciente cuando estás en la fila del banco, del súper, antes de comer (te ayudará con tu digestión), o después de un acontecimiento que te haya alterado. Respira con calma hasta relajarte.  

Es tan sencillo como parece. Recuerda no preocuparte si vienen otros pensamientos a tu mente, déjalos pasar. Cuanto más practiques, más fácil te será hacer una pausa para descansar y seguir con tu día con mucha energía y la mejor actitud.

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