Si eres amante del café, sabrás perfectamente que no hay nada mejor que iniciar el día con una taza humeante de esta bebida. Su olor te reconforta y su sabor te despierta poco a poco, debido a la cafeína.
La cafeína es un estimulante que puede hacerte sentir temporalmente más alerta al bloquear las sustancias químicas que inducen el sueño en tu cerebro y aumentar la producción de adrenalina. Por eso es que te sientes con más energía y mucho más despierto.
Pero, ¿cuándo deberíamos reducir el consumo de café para lograr un buen descanso?, ¿cuáles son los efectos a largo plazo de la cafeína y el sueño en nuestra vida?
De acuerdo con la Sleep Foundation, el consumo moderado de cafeína no está asociado con ningún riesgo reconocido para la salud. Tres tazas de café de 8 onzas (250 miligramos de cafeína) por día se consideran una cantidad moderada. Seis o más tazas ya son un exceso.
Cuando funciona... y cuando no...
La verdad es que la cafeína tiene el poder que nosotros le damos. Cuanto más tomes, más notarás su efecto… hasta que tu cuerpo se acostumbre. Esto hará que su impacto sea menos notorio con el paso del tiempo.
Cuando tu ingesta de cafeína sea baja, podrás experimentar sus efectos positivos a pesar de tener cierta tolerancia hacia ella. Sin embargo, es posible que debas incrementar la cantidad de tazas que tomas al día para que el impacto sea mayor, lo cual no es muy bueno para tu ciclo de sueño.
Si tomas varias tazas de café durante el día o antes de irte a la cama, dormir puede resultar un reto. De hecho, puedes perder hasta una hora de sueño cuando consumes café aproximadamente seis horas antes de dormir. Si no duermes bien, es probable que despiertes cansado y que necesites más café para despertar. Y así hasta el infinito.
Para que esto no te pase, procura disfrutar de una buena taza de café por las mañanas y si a mediodía o por la tarde necesitas otro shot de energía, sustituyelo por una caminata. También es importante que comas adecuadamente y te mantengas bien hidratado. Esto te ayudará a evitar el ‘mal del puerco’ que ataca después de comer.
Recuerda que para dormir bien, además de reducir tu consumo de cafeína, puedes seguir estos tips:
- Establece un horario para dormir y despertar, incluyendo los fines de semana.
- Ten una rutina regular para la hora de acostarte, como tomar un baño o escuchar música.
- Asegúrate de que tus sábanas (y colchón) estén cómodos.
- Termina de comer al menos 2 o 3 horas antes de tu hora de dormir.
- Haz ejercicio regularmente, pero evítalo unas horas antes de irte a la cama.