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Conoce el slow living, la tendencia que privilegia vivir sin prisas

Ir a toda velocidad no siempre es lo mejor, sobre todo en esta época en la que nos hemos acostumbrado a vivir a mil por hora, sin tiempo para respirar. ¿No te ha pasado que tienes mucho qué hacer y cada vez menos tiempo?

Frente a esta cultura de la urgencia y la inmediatez ha surgido una alternativa llamada slow living, un movimiento que privilegia el recuperar el ritmo natural de las cosas, desde cocinar un platillo con el tiempo necesario, hasta viajar disfrutando cada momento y sin itinerarios frenéticos (como visitar París en un día #truestory).  

Seguramente te pasó que durante la pandemia, tuviste que meter freno a muchas de tus actividades, lo que te dejó tiempo para hacer otras cosas e incluso para pensar y plantearte lo que realmente quieres hacer y cómo quieres vivir mañana. Y así, tal vez sin quererlo ni saberlo, llevaste un estilo de vida mucho más calmado.

Durante el confinamiento, muchas personas se dieron cuenta de que no es necesario vivir siempre deprisa y que se puede ser feliz con una vida desacelerada. Así, en la era de conseguir todo con un clic, los videos relajantes y actividades como la meditación, se han vuelto muy populares. 

Esta es una muestra de que podemos vivir más tranquilos y poner atención a los pequeños detalles, hasta olvidarnos por un momento del celular (¡y qué gran alivio!). 

Así, poco a poco, el movimiento slow living ha ido conquistando a más y más personas. Su origen está relacionado con el movimiento slow food, el cual surgió en 1986 en Italia, como respuesta a la apertura del primer McDonalds en ese país. Carlo Petrini, fundador de este movimiento, buscaba defender las tradiciones de la comida italiana frente a la fast food. 

Posteriormente, este modelo fue abarcando otros aspectos, como la moda, hasta convertirse en una nueva forma de vivir y también de consumir. Si aún te cuesta trabajo poner pausa y tomarte tu tiempo, checa estos hacks:

Transforma tu rutina en un ritual

Desde prepararte una taza de café, hacer la cama o sacar a pasear al perro, haz de estos momentos un espacio para relajarte o despejarte. 

Disfruta la hora de la comida

Siempre que puedas, siéntate a la mesa a comer con tranquilidad y comodidad. Evita comer frente a la computadora. 

No corras y tómate tu tiempo

Vayas a donde vayas, no lo hagas corriendo o con prisa. Organiza tus horarios para llegar a tiempo y, si es posible, camina. 

Bájale a las pantallas

Aunque Netflix y YouTube son opciones muy tentadoras, y podrían ayudar a relajarte, trata de hacer otras cosas como leer, meditar o simplemente ver el paisaje por tu ventana. 

Como ves, se trata de bajar el acelerador y disfrutar de cada momento del día. ¿Qué esperas para unirte a la tendencia de vivir sin prisas?

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